Errores comunes al elegir las mejores cartas
Uno de los errores más comunes que cometen los jugadores de Clash Royale es centrarse únicamente en el nivel de rareza de las cartas. Si bien es cierto que las cartas legendarias suelen ser poderosas, no siempre son las mejores opciones para un mazo ganador.
Otro error común es elegir cartas solo por su apariencia o por su popularidad en el meta actual. Es importante recordar que el meta cambia constantemente y lo que puede ser popular hoy, puede no serlo mañana.
Las mejores cartas para un mazo ganador
Gigante
Este tanque es una excelente opción para cualquier mazo. Tiene una gran cantidad de puntos de vida y su daño es decente. Además, ataca solo a estructuras, lo que lo convierte en una excelente opción para destruir torres.
Mago eléctrico
Este mago es una excelente opción para defenderse de cualquier tipo de ataque aéreo. Además, su ataque eléctrico también puede aturdir a las tropas enemigas, lo que las hace más vulnerables a los ataques de tus tropas.
Minero
Este es un gran tanque de distracción y una excelente opción para atacar las torres enemigas. Además, puede aparecer en cualquier lugar del mapa, lo que lo convierte en una excelente opción para tomar por sorpresa a tu oponente.
Bárbaros de élite
Estas tropas cuerpo a cuerpo son excelentes para destruir tropas enemigas y estructuras. Además, su velocidad de ataque es rápida, lo que los convierte en una excelente opción para contraatacar.
Descarga
Esta carta es excelente para detener ataques enemigos y también puede hacer daño a las estructuras enemigas. Además, su bajo costo de elixir hace que sea una excelente opción para cualquier mazo.
Ejemplos de mazos ganadores
Un ejemplo de un mazo ganador podría incluir al gigante, al mago eléctrico, al minero, a los bárbaros de élite y a la descarga.
Otro ejemplo podría incluir al golem, al mago, al minero, a los esqueletos y a la descarga. Este mazo se centra en la defensa y en el contraataque, utilizando el golem como tanque y el mago y los esqueletos para hacer daño.
